La experiencia mereció la pena desde el momento en el que planeé embarcarme en esta gran aventura promovida por alumnos solidarios. Desde el primer día que puse el pie en aquella escuela de Kanakro supe que lo que había empezado siendo un gran proyecto, terminaría siendo una gran experiencia de vida, y no me equivoqué.
El recibimiento fue asombroso, estaban esperándonos con los brazos abiertos y desde ese momento nos hicieron sentir parte de esa gran familia.
Tras todo un curso de ayuda por parte de las familias ha sido posible
Llevábamos las maletas cargadas de toda la ayuda que las familias de Joyfe habían ofrecido durante todo el curso, gracias al trabajo de nuestro Alumnos Solidarios. Todas esas aportaciones llegaron en modo de libros, material escolar, canastas, balones, pintura, ordenadores, medicinas, vitaminas, ropa, mochilas… Con tan poco pudimos hacer tanto…
Nuestro día a día consistía en disfrutar de cada momento. Impartir clases de idiomas, manualidades, informática, psicomotricidad, baloncesto o formación al profesorado en distintas metodologías y rutinas de pensamiento. Pero también pintar, decorar la escuela, crear circuitos de psicomotricidad y una cancha de de baloncesto! Había tanto que hacer que no había tiempo que perder. Sin embargo y pese a todo había veces que sentías que no estabas aportando todo lo que te gustaría. En esos momentos había que dejarse llevar y comprender el ritmo del país.
En lugares como este es donde aprendes a entender el mundo
Iba con la idea de que probablemente me traería más de lo que yo iba a dar, pero nunca imaginé que sería tanto. Y es que es allí, y solo allí, donde aprendes a entender su mundo. Hay muchas maneras de entender la vida y allí, por encima de todo, prima la necesidad de sobrevivir día a día. Te recuerdan, te enseñan, te hacen ver lo que es realmente importante y que a pesar de las circunstancias siempre se puede ser feliz si uno le pone ganas.
Mi maleta llegó cargada de tantos aprendizajes personales y profesionales, de cariño, de miradas, de sonrisas, de valores y de grandes personas que hacen de la educación un camino muy especial.
La importancia del proyecto alumnos solidarios
En esa escuela todos los niños tienen espacio para ser, dejando atrás las diversas, y en muchos casos, difíciles situaciones familiares. Pelean cada día por crecer rodeados de cariño e ilusión y por regalar las mejores de sus sonrisas. Y es que la labor de las Hermanas y maestros es admirable, cosen las alas de esos niños las veces que haga falta, mientras la vida se las va descosiendo.
Nos vemos por los pasillos. 😉
#IlusiónPorEnseñar