El legado de una maestra
Carta abierta de nuestra compañera Txon Liébana para María Jesús Martínez, maestra de maestras y maestros, y un ejemplo de profesional vocacional, que hoy se jubila.
” Hoy me siento un poco sentimental mientras escribo estas líneas. Estamos viviendo un momento especial, un punto de cambio en el que decimos adiós a alguien que ha sido más que una maestra para todos nosotros. Quiero dedicar estas palabras desde el fondo de mi corazón a una mujer increíble, nuestra querida profesora María Jesús, quien ha dedicado más de 40 años de su vida a enseñarnos.
María Jesús no es solo una maestra asombrosa; es una fuente de inspiración y una presencia constante que ha dado forma no solo a nuestras mentes, sino también a nuestras almas. Su clase no es solo un lugar de aprendizaje, sino un refugio donde reina la confianza, la serenidad y la empatía. La pasión que pone en cada lección convierte el aprendizaje en toda una aventura, y su conexión con nosotros trasciende lo académico.
Su rechazo a conformarse y su disposición para desafiar lo establecido han dejado una huella imborrable en todos nosotros. La flexibilidad y el deseo de cambio que ha mostrado son un recordatorio de que la verdadera maestría va más allá de seguir el mismo guion siempre.
En sus clases, la observación y la curiosidad no son solo conceptos, sino principios vivos. Su habilidad para ver más allá de las apariencias y detectar las necesidades individuales de cada uno revela su compromiso genuino. Es un espejo en el que podemos vernos a nosotros mismos, fomentando no solo el deseo de conocimiento, sino también la necesidad de entendernos mejor como seres humanos.
La creatividad, en manos de María Jesús, no ha sido solo una herramienta, sino una forma de vida. Sus proyectos innovadores y su enfoque diversificado no solo despertaron la inteligencia, sino que también avivaron la llama de la curiosidad en cada uno de nosotros. Nos recordaba constantemente que el aprendizaje es un viaje emocionante lleno de sorpresas.
La comunicación con las familias para ella no es una formalidad, sino un lazo fundamental. Ver a los padres y madres como aliados y no como adversarios ha sido una lección valiosa que trascendió las paredes del aula. Su habilidad para explicar, escuchar y colaborar creó una red de apoyo que se extendió más allá de las horas escolares.
Por último, la pasión y el deseo incansable de trabajar de María Jesús no son solo rasgos profesionales; son la esencia misma de su ser. Cada día, entra al aula con la determinación de hacer una diferencia, de ser un faro de aprendizaje y crecimiento. Su legado no es solo un currículo, sino el impacto duradero que ha tenido en cada vida que ha tocado.
Querida María Jesús, este adiós no marca el final, sino una transición hacia nuevos capítulos. Aunque las palabras pueden no ser suficientes para expresar nuestro agradecimiento, espero que estas líneas reflejen la profunda admiración y amor que sentimos hacia ti. “
Estamos seguros que en esta nueva etapa que comienzas seguirás “viviendo” cada momento con la misma ilusión por aprender que nos has transmitido a todo el equipo.
Nos vemos por los pasillos 😉
#IlusiónPorEnseñar